Faisán guisado

El pato, la perdiz o la codorniz son aves de caza que muchas veces son protagonistas de diferentes recetas en la cocina. Lo mismo ocurre con el faisán que aunque fue en Asia donde empezó a introducirse en la gastronomía, esta tendencia pronto llegó a Europa en el siglo VI. Cocinado sobre todo en los meses de otoño e invierno, el faisán es una carne de caza que se caracteriza por un alto contenido en vitaminas del grupo B, así como por ser una gran fuente de proteínas. Además, su nivel de grasa es bastante bajo, por lo que se clasifica dentro de las llamadas carnes magras. En cuanto a su preparación, el faisán suele cocinarse estofado y acompañado de otros ingredientes como zanahorias o cebolla. Si quieres aprender a prepararlo en casa sólo tienes que tomar nota de la receta que te mostramos a continuación.

Elaboración del faisán guisado

El faisán no es probable que puedas encontrarlo en la carnicería de cualquier supermercado, por lo que quizás tengas que encargarlo con antelación o, incluso, buscar un sitio especializado en carne de caza. Te recomendamos que elijas uno joven, ya que el resultado será una carne menos seca. Pide que te lo desplumen, lo limpien y lo corten en cuartos. A continuación, prepara la mezcla en la que lo vas a macerar -como mínimo durante 1 día entero- mezclando 2 copas de brandy con 1 hoja de laurel y un poco de tomillo, romero, nuez moscada y pimienta negra molida. Remueve y luego mete el faisán para que se macere.

El faisán debe ser encargado con antelación debido a su calidad

Para empezar a cocinarlo, lo primero que tendrás que hacer es hidratar los tomates secos, cuya cantidad depende del gusto personal. Para ello, mételos en un recipiente con un poco de agua caliente y un chorrito de vinagre balsámico. Déjalos a remojo durante, por lo menos, 45 minutos. A continuación, llena el fondo de una cazuela amplia con aceite de oliva virgen extra y poniéndolo a calentar a fuego medio. Cuando el aceite haya alcanzado temperatura, introduce los 3 dientes de ajo pelados y los taquitos de jamón para que se doren. Pasados unos minutos agrega el faisán ya sazonado con un poco de pimienta negra molida y sal y, cuando se haya sellado, será el momento de flambearlo. Riega la carne con 1 copa de brandy y, a continuación, préndele fuego. Éste se apagará cuando el alcohol se haya consumido, momento en el que tendrás que sacar la carne y reservarla mientas preparas las verduras que acompañarán al estofado.

Pela las 2 zanahorias y córtalas en rodajas, añadiéndolas a la cazuela junto a la cebolla pelada y picada en juliana y al puerro cortado en rodajas. Rehoga durante unos minutos, hasta que las verduras comiencen a pocharse. En ese momento, vuelve a poner el faisán en la cazuela junto con el resto del líquido en el que lo has marinado. Añade también 1 copa de vino tinto, 1 hora de laurel, los tomates ya hidratados y sal al gusto. Tapa la cazuela y deja que repose a fuego lento durante, aproximadamente, 1 hora y media. Una vez pasado ese tiempo, comprueba el punto de sal y rectifica si fuera necesario. Por último, deja que repose durante otros 10 minutos a baja temperatura antes de servírselo a tus comensales.

Esta receta se puede hacer todo el año pero preferiblemente en invierno

El faisán guisado es un plato bastante contundente, de ahí que esté especialmente pensado para los meses de invierno. Sin embargo, si estás pensando añadirlo en tu menú como plato principal y no sabes qué servir de entrante puedes decantarte por un caldo o una ensalada ligera. Y, como guarnición, puedes optar por unas patatas asadas en el horno o por un poco de arroz blanco. Hay algunas personas a las que también les gusta servir este guiso con un poco de cebolla caramelizada, acompañamiento que le da un toque diferente que seguro que sorprende a tus invitados.