Receta paso a paso
- Limpia la pieza de carne de posibles grasas, pieles o pellejos y luego ponla en un recipiente hondo.
- Corta las 2 cebollas en 8 trozos e incorpóralas al recipiente con la carne para comenzar con el macerado.
- Agrega el ½ limón cortado en cuartos, 4 hojas de laurel, la rama de canela y los granos de pimienta negra. Luego cubre todo con el vino blanco, reservando ½ vaso para más adelante.
- Deja macerar la carne durante unas 4 horas.
- Cuando haya pasado el tiempo indicado, retira la carne del macerado y ponla sobre una bandeja de horno previamente cubierta con papel vegetal o papel de hornear.
- Adereza la carne con sal y pimienta negra al gusto y rocíala con un poco de aceite de oliva virgen extra.
- Mete la carne en el horno, ya c alentado a 250ºC con calor arriba y abajo, durante 25-45 minutos dependiendo del punto que quieres que tenga la carne.
- Mientras la carne se cocina, pon una sartén a calentar a fuego lento con un poco de aceite de oliva virgen extra y pocha en él las cebollas utilizadas en el macerado.
- Cuando adquieran un tono transparente, retira la sartén del fuego y rehoga las cebollas con un poco del jugo del macerado.
- Cuando la carne esté lista, sácala del horno y déjala reposar antes de trincharla. Recoge el jugo de la bandeja y échaselo a las cebollas. Ponlas a calentar a fuego lento y remueve para que todos los ingredientes se integren.
- Pela y pica las 4 manzanas en pequeños dados y ponlas en una olla junto a unas gotas de aceite de oliva virgen extra y al ½ vaso de vino blanco reservado. Deja que hiervan durante 25 minutos y luego machácalas con la ayuda de un tenedor.
- A la hora de servir el rosbif, córtalo en finas rodajas y acompáñalo con las cebollas maceradas y con la compota de manzana caliente.
Receta completa
El rosbif es una de las carnes más apreciadas, sobre todo en la cocina inglesa y en el resto de los países con tradicionales anglosajonas. Se trata de un corte de carne de buey de la zona del cuello y del lomo alto que se caracteriza por su textura jugosa y que, normalmente, suele prepararse especialmente para las comidas familiares o bien para fiestas señaladas como la Navidad. Sin embargo, no siempre se utiliza carne de buey, sino que ésta se puede cambiar por ternera y el resultado será igual de delicioso. A la hora de prepararlo, hay que hornearlo a gran temperatura de forma que la corteza exterior se dore mientras que el interior de la carne queda menos hecha y más jugosa. En cuanto al acompañamiento, el rosbif suele servirse con guarnición de verduras, de patatas cocidas o fritas o bien con algún tipo de compota de fruta. En esta ocasión acompañaremos a la carne con un delicioso puré de manzana que le aporta un toque dulce y delicioso. ¡Vamos allá!
Elaboración
Preparar este rosbif con compota de manzana no te llevará mucho tiempo, aunque antes de empezar deberás tener en cuenta que la carne necesita aproximadamente 4 horas de maceración. Lo primero será comenzar a preparar la carne quitándole los posibles pellejos y pieles, aunque si en la carnicería te han limpiado la pieza podrás saltarte este paso. Una vez la tengas completamente limpia, ponla en un recipiente hondo. Pela y pica las 2 cebollas en octavos y ponlas en el bol con la carne. Corta también el ½ limón en cuartos y agrégalo junto a 4 hojas de laurel, 1 palo de canela y algunos granos de pimienta. Por último, vierte el litro de vino blanco de forma que todos los ingredientes queden cubiertos por el líquido y reservando ½ vaso para utilizarlo más adelante. Ahora ya tendrás la carne preparada para macerar dejándola reposar durante 4 horas y dándole la vuelta de vez en cuando.
Una vez haya pasado el tiempo indicado, retira la pieza de carne del bol y colócala sobre la bandeja del horno previamente cubierta con un poco de papel vegetal o papel de hornear. Pon a calentar el horno a 250ºC grados con temperatura arriba y abajo y, mientras tanto, adereza la carne con sal y pimienta negra recién molida al gusto. Por último, antes de meterla al horno, rocíala con un poco de aceite de oliva virgen extra. La carne deberá estar cocinándose durante 25 o 45 minutos, dependiendo de si te gusta más hecha o en su punto. Un truco para lograr un rosbif perfectamente hecho es bañarlo cada 15 o 20 minutos con su propio jugo. Aprovechando el tiempo que el rosbif va a estar en el horno, es el momento de empezar con el puré de manzana con el que lo vas a servir. Para ello, pon una sartén a calentar a fuego lento con un poco de aceite de oliva virgen extra y pocha en él las cebollas que has utilizado para macerar la carne. Cuando hayan adquirido un leve tono transparente, retira la sartén del fuego y rehoga las cebollas con un poco del líquido del macerado.
Cuando la carne ya esté lista, abre el horno y recoge el juego que haya soltado en la bandeja y échaselo a las cebollas. Pon la sartén otra vez en el fuego y remueve para que todos los ingredientes se integren. Mientras tanto, pela las 4 manzanas grandes (o 6 pequeñas) y retírales el corazón. Pícalas en pequeños cubos y ponlas en una olla con un poco de aceite de oliva virgen extra y el ½ vaso de vino blanco que habías reservado mientras preparabas el macerado de la carne. Deja que hiervan durante 20 o 25 minutos y luego, cuando estén tiernas, aplástalas con un tenedor. A la hora de servir la carne, deberás dejarla reposar durante unos 20 minutos fuera del horno antes de empezar a trincharla, el tiempo que podrás aprovechar para preparar las manzanas. Luego córtala en rodajas finas y sírvela acompañada de la cebolla macerada y de la compota de manzana caliente.