Patatas gratinadas

Usa un molde que sea apto para horno

Para los amantes del queso, las patatas gratinadas es un plato que no pueden dejar de probar. Se trata de una receta deliciosa con patata, bacon y cebolla que se convierte en el plato perfecto para cuando no se tienen demasiadas ganas de cocinar. Eso sí, estas patatas gratinadas son muy contundentes, por lo que en caso de acompañarlas con algún otro plato lo mejor es que sea una ensalada ligera. Aún así, no dejes de prepararlo en casa porque es un acierto seguro que encantará tanto a pequeños como a mayores.

Elaboración

El primer paso de esta receta de patatas gratinadas es preparar las patatas quitándoles la piel y asegurándote de que no queden restos de suciedad lavándolas bajo el grifo. A continuación, córtalas en rodajas no demasiado gruesas, de aproximadamente medio centímetro. Luego engrasa la fuente en la que vas a meter las patatas gratinadas en el horno con un poco de mantequilla y empieza poniendo la primera capa de patata. El siguiente paso será pelar y cortar la cebolleta en rodajas finas, echando la mitad de ella por encima de la primera capa de patatas. Añade también la mitad de las tiras de bacon, que si lo prefieres puedes sustituir por taquitos de jamón serrano. Luego cubre todo con el queso en lonchas que hayas escogido, un poco de sal, pimienta negra molida y orégano o tomillo. El queso queda completamente a tu elección, aunque lo más recomendable es que te decantes por una variedad con algo de sabor para que no quede camuflado entre el resto de los ingredientes.

Puedes echar especias encima de las patatas

Cuando hayas cubierto las patatas y la cebolla con el queso en lonchas, repite la operación y vuelve a hacer una segunda capa de patata, cebolla y queso. Por último, cubre todo con un tercer piso de patata, que ya será el último. A continuación, corta unos trocitos de mantequilla y repártelos por la superficie y luego echa los 400 mililitros de leche asegurándote de que esta se reparte de forma homogénea por toda la bandeja. Ahora ya podrás encender el horno a 170ºC, cubriendo la bandeja con papel de plata antes de meter las patatas en el horno durante 30 minutos. Una vez pasado ese tiempo, saca la bandeja del horno y vierte por encima los 200 mililitros de nata y cubre toda la superficie con el queso rallado. Mete las patatas una segunda vez en el horno durante 15 minutos, esta vez con la opción de grill para que el queso se funda y se dore.

Este plato es perfecto para servir durante una comida familiar, aunque tienes que tener en cuenta que es muy contundente, por lo que en caso de ser el plato principal lo mejor es servir primero una sopa o una crema ligera. Además, junto a las patatas también puedes optar por preparar una ensalada que ayude a aligerar el estómago y reduzca la sensación de hinchazón. Si aún no tienes pensado el menú que vas a servir en Navidad, estas patatas gratinadas son una opción con la que seguro que aciertas y darán la energía suficiente con la que disfrutar de este tiempo con la familia y amigos bailando, cantando y riendo.