Receta completa
Existen platos que encantan tanto a pequeños como mayores. Uno de ellos es el arroz a la cubana. Esta sencilla receta es muy fácil de preparar y tiene un sabor delicioso, además de aportar los carbohidratos, proteínas y vitaminas adecuadas para una comida, siempre y cuando se respeten las cantidades adecuadas para cada persona y se combine con una dieta sana y equilibrada, rica en el consumo de frutas y verduras, evitando comer productos ultraprocesados, ricos en azúcares o grasas saturadas.
En algunas comunidades autónomas españolas se ha adaptado la receta del arroz a la cubana y se ha eliminado añadirle el plátano, la nota más original del mismo y la que termina de darle un sabor completamente único y especial. La receta primera del arroz a la cubana incluye este alimento, por lo que si quieres sorprender a tus invitados lo más recomendable es que lo añadas para darle un toque de sabor que les dejará deleitados y sorprendidos.
Como es un plato con ingredientes naturales y bastante completos, lo más recomendable será que sea plato único. Si quieres puedes poner algo para picar antes de comer, como unas aceitunas o un cóctel frutos secos en un recipiente para todos, pero tampoco no mucha cosa, ya que el arroz con el tomate, el huevo y el plátano ya llenarán bastante. Por eso, deberemos tener también cuidado de no excedernos con las cantidades, para que los invitados y uno mismo podáis disfrutar de este delicioso plato sin sentiros demasiado llenos o pesados.
Elaboración del arroz a la cubana paso a paso:
Lo primero que deberemos hacer será lavar bien el arroz en crudo. Sumergiéndolo en agua y cambiándosela un par de veces verás como se elimina parte del almidón acumulado en el mismo. Ponlo a hervir durante unos diez o quince minutos hasta que quede blandito, pero no demasiado, ya que no queremos que quede excesivamente pegajoso. Escúrrelo bien y pásale un poco de agua templada por encima, si se te ha cocido demasiado y no quieres que esté muy pegado.
Coloca la cantidad de arroz en cada plato para cada comensal y prepara la salsa de tomate natural. Puedes comprarla en lata, siempre que el ingrediente principal sea el tomate y no sea un producto utraprocesado, con azúcares, sales y otros ingredientes añadidos o bien hacerla tú en casa con dos tomates grandes maduros, un ajo y media cebolla. Poniendo un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén saltea bien el ajo y la cebolla. Añade los dos tomates grandes maduros triturados al fuego y remuévelos bien hasta que tenga la textura de la salsa de tomate. Retira del fuego y añade un par de cucharadas de la misma en cada uno de los platos.
Calienta de nuevo una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra y corta los plátanos a rodajas o en diagonal. Cuando el aceite esté caliente ponlos en la sartén y deja que se doren un poquito por cada lado, quedando melosos por dentro. Colócalos encima de la salsa de tomate en cada plato. En algunas comunidades autónomas españolas, como comentábamos, adaptan esta receta y en lugar de ponerle plátano fríen un huevo y se lo ponen encima con un poco de sal. En ambas recetas se mezclan bien todos los ingredientes y se comen todos revueltos. ¡No dudes en probar ambas versiones o en combinarlas si te apetece!