Receta paso a paso
- Pela y trocea las zanahorias, los puerros y la cebolla.
Cubre el fondo de una cazuela con aceite de oliva e incorpora la verdura troceada. Deja que todo se rehogue a fuego medio durante 15 minutos.
Quita las pinzas y cabezas de las cigalas e incorpóralas al sofrito. Reserva los cuerpos para más adelante.
Cuando el sofrito esté listo, tritúralo con una batidora hasta lograr una crema.
Vuelve a poner a fuego medio e incorpora el arroz, mezclando todo al fuego durante 1 minuto.
Añade el tomate natural triturado y deja que todo se cocine durante 5 minutos sin dejar de remover.
Sube el fuego e incorpora el vino, esperando un par de minutos a que el alcohol se evapore.
Agrega el fumet y deja que todo se cueza a fuego medio-bajo durante 15 minutos, removiendo cada poco tiempo.
Justo antes de servir la crema, pela las cigalas separando la carne de las cáscaras con las huevas.
Pon las cáscaras en un colador y mételas en agua hirviendo con sal durante 15 segundos. Las huevas cambiarán del color negro al rojo.
Separa las huevas de las cáscaras y resérvalas en un recipiente.
Marca por ambos lados los cuerpos de las cigalas en una sartén caliente con un poco de aceite de oliva.
Retira la crema de cigalas del fuego y tritúrala con una batidora. Rectifica el punto de sal y pásala por un colador o un chino para quitar posibles cáscaras.
A la hora se servirla hazlo con la crema bien caliente, poniendo los cuerpos de las cigalas ya marcados en el centro y espolvoreando algunas huevas para darle un toque de color.
Receta completa
Ahora que las Navidades ya están aquí el marisco es uno de los productos que más se van a ver en las mesas españolas. Langostinos, nécoras, percebes... durante las fiestas tiramos la casa por la ventana para conseguir una velada familiar perfecta. Si este año tienes ganas de sorprender a tus seres queridos con algo distinto, te proponemos hacer esta deliciosa crema de cigalas. Lo bueno de este plato es que podrás aprovechar todo el producto, y es que no hay nada que de más rabia que pagar su elevado precio y luego desperdiciarlo. Eso sí, tendrás que asegurarte de que las cigalas que compres sean frescas, ya que si son congeladas el sabor no será el mismo. Además, también es importante que te las vendan con sus huevas, ya que será el toque final para este delicioso plato. Desde Bekia Cocina te enseñamos a hacer esta crema de cigalas, pero tú puedes adaptarla a tu gusto y hacerla con gambas o langostinos.
Elaboración
Lo primero será pelar y partir en trozos medianos las 2 zanahorias, los 2 puerros y la cebolla. Cubre el fondo de una cacerola con un poco de aceite de oliva y ponlo a calentar a fuego medio. Cuando el aceite ya esté caliente, echa las hortalizas picadas y deja que se rehogue todo durante 15 minutos. Mientras tanto, quita las cabezas y las pinzas de las cigalas frescas e incorpóralas al sofrito cuando las verduras ya estén bien pochadas. Los cuerpos del marisco resérvalos para usarlos más adelante.
Deja el sofrito al fuego durante un par de minutos más, removiendo de vez en cuando. A continuación, tritura todo con una batidora hasta obtener una crema. Vuelve a poner la cazuela a fuego medio e incorpora los 50 gramos de arroz. Rehoga todo durante un minuto sin dejar de remover y mezclar todos los ingredientes. Luego añade los 150 gramos de tomate natural triturado y deja que todo se cocine durante 5 minutos sin olvidarte de remover cada poco tiempo. Cuando haya pasado el tiempo, sube el fuego y agrega el vino blanco a la crema. Deja que todo se cocine durante unos minutos para que el alcohol del vino se evapore. A continuación, pon el fuego a intensidad media-baja e incorpora el litro de fumet. Haz que cueza durante 15 minutos removiendo cada poco tiempo.
Mientras dejas la sopa al fuego es el momento de pelar los cuerpos de las cigalas, colocando en un recipiente la carne ya limpia y en un colador las cáscaras con las huevas del marisco. Las huevas son de color rojo cuando están cocidas, pero mientras aún están frescas son negras. Para separarlas de los cuerpos tendrás que meter las cáscaras ya sin carne en una cacerola de agua con sal (aproximadamente 35 gramos por cada litro de agua) a calentar a fuego medio-alto. Cuando rompa a hervir mete el colador con los cuerpos durante 15 segundos y luego sácalo rápidamente. Comprobarás que las huevas han cambiado de color. Escurre y separa las huevas de las cáscaras, reservándolas para más adelante. Justo antes de servir el plato, pon un chorrito de aceite de oliva en una sartén y, cuando éste esté caliente, marca los cuerpos de las cigalas poniéndolos un par de segundos por cada lado. Resérvalos para luego colocar en el plato con la sopa.
Ahora es el momento de terminar la crema de cigala, triturándola con una batidora. Cuando tengas una sopa cremosa, rectifícala de sal si es necesario y cuélala por un colador o un chino. Así conseguirás una crema lisa sin tropezones de cáscaras o pieles. Sírvela caliente en un plato sopero, coloca en el centro dos cigalas recién pasadas por la plancha y espolvorea algunas huevas alrededor. Los días en los que se recibe a la familia suelen ser bastante ajetreados, por lo que si prefieres preparar esta crema de cigalas con un poco de antelación para que no te pille el toro no hay ningún problema. Eso sí, las huevas y los cuerpos del marisco tendrás que reservarlos en crudo y prepararlos un poco antes de servir la sopa, que tendrás que calentarla unos minutos para que tus invitados la tomen en su punto.