Receta paso a paso
Receta paso a paso:
- Vierte los 250 mililitros de agua en un recipiente y caliéntala en el microondas durante 5 o 10 segundos. Luego disuelve en ella la levadura fresca y reserva.
- En un bol pon los 375 gramos de harina panificable, los 25 gramos de harina integral y los 10 gramos de azúcar. Mezcla los ingredientes y luego incorpora el agua con la levadura disuelta y una pizca de sal.
- Mezcla con las manos y luego déjala reposar durante 15 minutos tapando el bol con un paño.
- Pon la masa en una superficie lisa y comienza a trabajarla con las manos, estirando los bordes y doblándolos hacia el centro. Amásala durante 10 minutos hasta que tenga una textura más flexible y trabajable.
- Haz una bola con la masa y vuelve a dejarla reposar durante 30 minutos para que fermente en el bol tapado con un paño.
- Saca la masa y divídela en 8 porciones iguales, haciendo una bola con cada uno de los trozos.
- Estira 2 hojas de papel vegetal o papel de hornear sobre la superficie de trabajo y coloca en cada una de ellas 4 de las porciones.
- Extiende las bolas de masa con un rodillo de cocina hasta que tenga un grosor de unos milímetros y una forma redondeada.
- Deja reposar la masa durante 15-20 minutos y pon a calentar el horno a 250ºC con calor arriba y abajo y con la bandeja dentro.
- Pasado el tiempo de reposo de la masa, saca la bandeja del horno y coloca encima de ella la primera tanda de panes pita. Mételos a media altura y espera unos minutos hasta que empiecen a hincharse.
- Abre la puerta de horno y dales la vuelta con unas pinzas de cocina. Vuelve a dejar que se horneen por el otro lado durante unos minutos más y luego sácalos. No debes esperar a que la corteza adquiera un tono dorado, ya que podrían secarse.
- Guarda los panes bajo un paño para que se mantengan tibios hasta el momento de consumirlos y repite el proceso con la segunda tanda de pan.
Receta completa
El pan de pita es un tipo de pan que requiere poca fermentación y que se caracteriza por tener una textura blanda con una corteza crujiente y un interior prácticamente hueco. Su origen es árabe, donde es tradicional cocinarlo pegado a las paredes de grandes hornos, y es el que se utiliza para hacer los famosos kebab. Este pan es perfecto para hacer sándwiches y rellenarlo de tus ingredientes favoritos, aunque también puede ser un aperitivo perfecto si se acompaña de salsas en las que mojarlo como el hummus o el baba ganoush. Especial significado tiene el pan de pita en Bulgaria, donde se adereza con sal y miel y se entrega a los recién casados como símbolo de igualdad y buen porvenir en su nueva etapa. Si quieres aprender a preparar un delicioso pan de pita casero toma mucha nota de esta receta ¡Ya verás cómo se convertirá en tu favorito!
Elaboración
A la hora de encontrar los ingredientes para hacer el pan de pita puede que te despiste la harina panificable. Ésta también se conoce con el nombre de harina panadera y es de fuerza media. Esta harina es más fácil de amasar y hace que el pan sea más ligero y con una corteza más crujiente. Para comenzar con la receta lo primero que tendrás que hacer es verter los 250 mililitros de agua en un recipiente y calentarla en el microondas durante 10 segundos. Luego disuelve los 10 gramos de levadura fresca en ella y reserva.
En un bol amplio incorpora los 375 gramos de harina panificable, los 25 gramos de harina de trigo integral y los 10 gramos de azúcar. Remueve para integrar los ingredientes e incorpora a continuación el agua con la levadura disuelta y una pizca de sal, aproximadamente una cucharilla de café. Mezcla los ingredientes con las manos hasta que tengas una masa homogénea y lisa y luego tapa el bol con un paño para dejarla reposar a temperatura ambiente durante 15 minutos. Una vez pasado ese tiempo, pon la masa sobre una superficie plana en la que puedas trabajarla. Amásala con las manos estirando los bordes y doblándolos hacia el centro presionando ligeramente. Trabájala durante unos 10 minutos hasta que se vuelva manejable y flexible. Haz una bola con la masa y vuelve a meterla en el bol, que deberás tapar de nuevo con el trapo y dejarla fermentar durante unos 30 minutos.
Vuelve a colocar la masa sobre una encimera, divídela en 8 partes iguales y haz una bola con cada una de las porciones. A continuación, coloca 2 hojas de papel vegetal o papel de hornear y pon en cada una de ellas 4 de las porciones de masa. Tendrás que hornearlas por turnos, ya que no te cabrán todas en una misma bandeja. Una vez sobre el papel, estira la masa con un rodillo de cocina hasta que tenga a penas unos milímetros de grosor y forma redondeada. Deja reposar los panes durante 15-20 minutos y, mientras tanto, pon el horno a calentar a 250º C con calor arriba y abajo con la bandeja que vayas a utilizar dentro. Cuando los panes hayan reposado durante el tiempo indicado, saca la bandeja del horno con cuidado de no quemarte y coloca sobre ella la primera tanda de panes.
Mételos en el horno a media altura y, pasados unos minutos, verás como los panes comienzan a hincharse. Llegado a este punto, abre la puerta del horno y dales la vuelta rápidamente con unas pinzas de cocina. Deja que se horneen por el otro lado durante unos minutos más y luego sácalos. No debes guiarte por el color de la corteza, ya que no hay que esperar a que ésta se dore y si tardas más de lo debido en sacarlos pueden acabar quedando demasiado secos. Resérvalos cubiertos por un trapo para que se mantengan tibios hasta al momento de comerlos y repite el mismo proceso con la siguiente tanda de panes. No hay que dejar que el pan de pita se temple demasiado, ya que 5 minutos después de salir del horno ya puede consumirse. ¡Que aproveche!