Receta paso a paso
- Mezcla los 500 gramos de harina de fuerza con los 15 gramos de levadura en polvo. Reserva.
- En otro recipiente pon el huevo, una pizca de sal y los 30 gramos de azúcar y bate con unas varillas eléctricas a baja velocidad.
- Vete incorporando poco a poco los 250 mililitros de leche entera sin dejar de batir y luego agrega la harina con la levadura.
- Añade los 50 gramos de mantequilla en pomada y unas gotas de agua de Azahar y sigue batiendo hasta tener una masa homogénea.
- Trabaja la masa sobre una superficie previamente enharinada hasta que ésta adquiera una textura elástica.
- Mete la masa en un recipiente con harina, tápala con un paño y deja reposar a temperatura ambiente durante 1 hora.
- Pasado ese tiempo, elimina el aire de la masa con la palma de la mano y luego estírala con un rodillo de cocina hasta que tenga 2 centímetros de espesor.
- Haz discos de masa con un molde o corta pastas y vete colocándolos en cuadrados individuales de papel vegetal. Deja que reposen durante 40 minutos.
- Llena una sartén honda con abundante aceite de girasol y vete friendo las berlinas por tandas dándoles vueltas con una espumadera.
- Cuando adquieran un tono dorado homogéneo, ponlas sobre un poco de papel de cocina y luego déjalas enfriar.
- Rellena las berlinas de nutella con una manga pastelera con boquilla metálica.
- Derrite los 200 gramos de chocolate negro al baño María y moja la parte superior de las berlinas en él.
Receta completa
La berlina, también conocida como berlinesa, es un dulce relleno de crema, chocolate o mermelada tradicional de la zona norte de Alemania donde recibe el nombre de Berliner Pfannkuchen -cuya traducción sería 'pastel a la sartén'-. Su origen gira en torno a una leyenda popular del año 1756 que dice que un pastelero berlinés se ofreció a servir como artillero bajo las órdenes de Federico el Grande, pero debido a una serie de problemas de salud no se le aceptó. A cambio, el rey Federico le permitió ingresar en el regimiento como panadero. Como agradecimiento, el pastelero creó un bollo con forma de bola de cañón que frió en sartenes untadas con manteca debido a la falda de hornos. En Alemania es tradición comer la berlinesa durante Nochevieja y Carnaval, pero hoy en día puede encontrarse prácticamente en cualquier pastelería dentro y fuera de Alemania. ¿Te atreves a preparar tus propias berlinas caseras? ¡Pues adelante con la receta!
Elaboración
La berlina no es más que un donut relleno, por lo que la masa es la misma. Para empezar a preparar este dulce que hará las delicias de todos los golosos tendrás que poner en un recipiente grande los 500 gramos de harina de fuerza y los 15 gramos de levadura en polvo (aproximadamente un sobre) y mezcla. A continuación, pon en otro recipiente aparte el huevo grande y los 30 gramos de azúcar y bate todo con la ayuda de unas varillas eléctricas a velocidad media-baja. A medida que bates agrega una cucharada pequeña de sal y los 250 mililitros de leche entera, vertiéndola poco a poco y asegurándote de que ésta está a temperatura ambiente. Tras unos segundos para que todos los ingredientes líquidos se integren por completo es el momento de añadir la harina con la levadura.
Sin dejar de batir, ve incorporando los ingredientes secos poco a poco. Por último, cuando hayas incorporado toda la harina, agrega la mantequilla que tendrá que tener una consistencia conocida como 'en pomada'. La mantequilla en pomada tiene una textura cremosa a medio camino entre la mantequilla líquida y la sólida. Hacerla en casa es muy sencillo. Corta los 50 gramos de mantequilla en taquitos y ponlos en un recipiente para después meterla en el microondas durante unos 20-30 segundos a máxima potencia. Luego sácala y termina de derretirla batiendo con un tenedor hasta que consigas una mezcla homogénea. Por último, deja que la mantequilla se enfríe durante unos minutos en la nevera hasta que haya adquirido una consistencia cremosa -mucho cuidado con dejarla más tiempo de lo debido ya que entonces volverá a su estado sólido-.
Incorpora la mantequilla en pomada a la masa de las berlinas sin dejar de remover y, a continuación, unas gotas de agua de Azahar -que puedes cambiar por cualquier otro aroma que te guste-. Cuando todos los ingredientes se hayan integrado perfectamente y ya tengas una masa homogénea es el momento de empezar a trabajarla sobre una superficie plana y limpia previamente espolvoreada con un poco de harina. Comienza a amasar con la ayuda de las manos y no te preocupes si al principio está un poco pegajosa, ya que a medida que la trabajes irá adquiriendo una textura más elástica. Cuando haya alcanzado ese punto, haz una bola con la masa y métela en un recipiente con un poco de harina en el fondo. Deja reposar la masa tapada durante aproximadamente 1 hora a temperatura ambiente hasta que haya duplicado su volumen.
Una vez pasado el tiempo indicado, quita el aire a la masa aplastándola por el centro con la palma de la mano. Vuelve a espolvorear la superficie de trabajo con un poco de harina y comienza a estirar la masa con un rodillo de cocina hasta que tenga un grosor de aproximadamente 2 centímetros. Luego comienza a cortar la masa en discos de más o menos 6 centímetros usando un molde, un corta pastas o un aro metálico. Vete colocando los discos sobre pequeños cuadrados individuales de papel de hornear; luego vuelve a amasar y a estirar la masa sobrante y a cortar círculos. Repite hasta que termines toda la masa. Luego deja reposar las berlinas 40 minutos hasta que doblen su volumen. Para freírlas, llena una sartén grande con abundante aceite de girasol y ponlo a calentar.
Cuando el aceite llegue a 160ºC vete incorporando las berlinas por tandas con el papel de hornear -que deberás quitar con unas pinzas nada más la eches en el aceite y cuyo objetivo es que el bollo no se deforme al cogerlo- y vete dándoles la vuelta con una espumadera hasta que adquieran un tono dorado homogéneo. A medida que las vayas sacando ponlas sobre un poco de papel de cocina para que absorba el aceite sobrante y déjalas enfriar. Cuando las berlinas se hayan templado, rellénalas de Nutella con una manga pastelera de boquilla metálica fina. Por último, derrite los 200 gramos de chocolate negro al baño María y baña en él la parte superior de los bollos. Si quieres puedes espolvorear algunos frutos secos por encima como pistachos o almendras para darle un toque más crujiente.