Ingredientes para Menos 4 Más personas
- 230 gramos de cremas pasteleras de galleta de lotus
- 200 gramos de nata para montar
- 200 gramos de queso crema
- 125 gramos de galletas Lotus
- 50 gramos de mantequilla
- 50 gramos de azúcar moreno
- 30 gramos de leche
- 1 sobre de cuajada
Receta paso a paso
Receta completa
Receta completa
Después de una deliciosa comida siempre apetece un poco de dulce para ponerle el broche de oro, sobre todo ahora que se acerca la Navidad y las reuniones familiares alrededor de la mesa se suceden una otras otra. El turrón, los polvorones o el mazapán son, sin duda, los grandes protagonistas a hora del postre. Sin embargo, quizá este año te gustaría probar con algo nuevo y sorprender a tus invitados con este delicioso cheesecake de Lotus sin horno. Estas galletas, también conocidas como Spéculoos, son unas pastas caramelizadas y aromatizadas con especias típicas de la Navidad como la canela, la nuez moscada, el jengibre o el clavo. Las galletas estarán presentes tanto en la base como en la crema de queso, que le darán un toque para chuparse los dedos. Por lo tanto, si quieres hacer una tarta de queso especial para las fiestas navideñas, esta es tu receta.
Elaboración
Lo primero que hay que empezar a preparar es la base de este cheesecake de galletas Lotus. Para ello, escoge el molde en el que vas a hacer la tarta y que debe ser circular, y unta el fondo y las paredes con un poco de mantequilla. Si quieres, para asegurarte de que la tarta no se quedará pegada en la base del molde, puedes medir su diámetro y recortar un trozo de papel de horno para colocarlo en el fondo. A continuación, tritura las galletas con un mortero o bien con una picadora o robot de cocina. Un truco es meter las galletas en una bolsa con cierre y machacar con un rodillo de cocina sobre una superficie lisa. Cuando ya estén echas polvo, derrite los 50 gramos de mantequilla en el microondas y mézclala con las galletas y 30 gramos de la crema de galletas Lotus. Luego extiende toda la mezcla en la base del molde y con las manos extiéndela y nivélala para crear una capa homogénea. Resérvala en la nevera.
Ahora es el momento de empezar a preparar la crema de queso. Para ello, coloca en una cazuela los 200 gramos de nata y los 50 gramos de azúcar moreno, remueve todo y pon la mezcla a calentar a fuego bajo-medio. Cuando empiece a hervir, añade los 200 gramos de la crema de queso y 100 gramos de la crema de galletas Lotus y mezcla todo hasta ligar los ingredientes perfectamente. A continuación, diluye el sobre de cuajada en 25 gramos de leche y añádela a la mezcla de queso sin dejar de remover. En el momento en el que la mezcla empiece a hervir de nuevo, retíralo del fuego y sigue removiendo. Pasados unos segundos, vuelve a colocarlo en el fuego y deja que hierva por segunda vez sin dejar de remover en ningún momento. Cuando haya llegado a ebullición dos veces, vierte la mezcla en el molde con la base de galleta. Tendrás que hacerlo con mucho cuidado y delicadeza, para evitar que la base pueda soltar alguna miga. Si prefieres, puedes sustituir la cuajada por unas hojas de gelatina neutra. En ese caso tendrás que hidratarlas en agua y con que la mezcla hierva 1 vez será suficiente. Deja que se temple durante más o menos una hora a temperatura ambiente y luego mete la tarta en el frigorífico durante unas 4 o 6 horas hasta que el relleno se haya cuajado completamente.
Cuando haya pasado el tiempo indicado, saca la tarta de queso de la nevera y desmóldala con mucho cuidado. Ahora es el momento de empezar a preparar la crema con la que decorarás este delicioso cheesecake. En un recipiente pon el resto de la crema de galletas Lotus y una cucharada de leche. Mete en el microondas y calienta la mezcla durante 5 segundos. Luego sácala, remueve todo con una cuchara y vuelve a calentar durante otros 5 segundos si ves que no está del todo disuelta y homogénea. Cuando tengas la crema lista, viértela sobre la tarta y reparte sobre toda la superficie con un cuchillo, con cuidado de que quede perfectamente nivelada. Por último, machaca un poco 3 o 4 galletas Lotus y espolvoréalas por encima para darle el toque final. Esta tarta de queso debe comerse fría, por lo que si no la vas a servir en el momento lo mejor es que la guardes en la nevera hasta que sea el momento de presentársela a tus invitados. Seguro que tus amigos y familiares se quedan extrañados cuando en vez de aparecer con el turrón les sirvas una tarta de queso, pero cuando la prueben no podrán dejar de decirte lo rica que está.