Receta paso a paso
- Bate los 2 huevos medianos en un recipiente grande y, a continuación, agrega el vaso pequeño de anís y la misma medida de aceite de girasol. Remueve hasta integrar todos os ingredientes.
- Añade los 200 gramos de harina poco a poco y sin dejar de remover hasta conseguir una masa homogénea y seca parecida a la del pan.
- Coloca la masa sobre una superficie lisa donde poder trabajarla y amásala con las manos.
- Si la masa está demasiado pegajosa puedes agregar un poco más de harina y seguir amasando hasta que consigas la textura adecuada.
- Cuando tengas la masa lista, corta pequeñas porciones y dales forma redonda con la palma de las manos. Luego vuelve a colocarlas sobre la superficie de trabajo y extiéndelas con la ayuda de un rodillo de cocina hasta conseguir pequeñas porciones más o menos cuadradas y de poco grosor.
- Vierte abundante aceite de girasol en una sartén y ponlo a calentar a fuego medio. Agrega las hojuelas por tandas para freírlas.
- Vete dándoles la vuelta con una espumadera para que se vayan dorando homogéneamente por ambos lados.
- Saca las hojuelas del aceite y colócalas sobre un poco de papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
- Echa un poco de azúcar en un plato y reboza las hojuelas recién fritas en él.
- Sirve acompañadas de una taza de café o de té o dales un toque más dulce con un poco de miel por encima.
Receta completa
Las hojuelas son un dulce típico de Castilla-La Mancha que suele preparase durante la Cuaresma y en Semana Santa. Se cree que su origen es sefardí y también se pueden encontrar elaboraciones muy similares en algunos países de Latinoamérica como Chile o Colombia, donde es tradicional servirlas junto a otros postres como las natillas, el manjar blanco o los buñuelos. De este postre también se derivan algunas de las expresiones más conocidas de España como 'Miel sobre hojuelas'. Esta frase se usa cuando una cosa que ya es buena de por sí se mejora, ya que hay personas que echan miel por encima de las hojuelas para hacerlas aún más dulces y sabrosas. ¿Te han entrado ganas de hacer tus propias hojuelas caseras? Con esta receta podrás prepararlas fácilmente y dejar a todos tus conocidos asombrados con tu mano para los postres.
Elaboración
La preparación de estas hojuelas típicas de Carnavales y de Semana Santa es muy sencilla. Tendrás que comenzar cascando los 2 huevos medianos en un recipiente grande, donde deberás agregar también el vaso pequeño de licor de anís y otro vasito de aceite de girasol. Si lo prefieres, también puedes calcular las medidas del licor y del aceite con las cáscara del huevo. Casca el huevo con cuidado por la parte superior y utiliza la cáscara vacía para calcular el anís y el aceite de girasol que tienes que echar. Cuando tengas los 3 ingredientes juntos comienza a batir hasta que se hayan integrado, momento en el que deberás echar los 200 gramos de harina de trigo.
La harina vete echándola poco a poco y sin dejar de remover, de forma que se vaya creando una masa homogénea y bastante seca parecida a la del pan. Cuando hayas echado ya toda la harina, saca la masa y colócala sobre una superficie limpia y lisa sobre la que puedas trabajarla fácilmente. Amásala bien con las manos y si compruebas que aún está demasiado pegajosa puedes echarle un poco más de harina y seguir trabajándola hasta que consigas la textura adecuada. Cuando ya tengas la masa lista comienza a dar forma a las hojuelas. Para ello tendrás que coger pequeñas porciones de masa y darles forma redondeada con las palmas de la mano, luego estíralas con la ayuda de un rodillo hasta conseguir una capa muy fina de masa. En caso de que la masa esté demasiado pegajosa y se te pegue a las manos, a la mesa o al rodillo no dudes en echar un poco de harina para trabajarla. Otra forma de hacerlo es extendiendo toda la masa con el rodillo de cocina hasta conseguir un grosor fino e ir cortando pequeños cuadrados con la ayuda de un cuchillo.
Cuando ya hayas dado forma a toda la masa, llena una sartén con aceite de girasol y ponlo a calentar a fuego medio. Cuidado de que el aceite no se caliente demasiado ni comience a humear, ya que en ese caso las hojuelas podrán terminar quemándose debido a que la masa es muy fina. Cuando el aceite esté listo, ve echando por tandas las hojuelas para freírlas. Tendrás que ir dándoles la vuelta con la ayuda de una espumadera para que se doren homogéneamente por ambos lados, teniendo cuidado de que no se te quemen porque suelen hacerse bastante rápido. Controla en todo momento la temperatura del aceite, pues puede ocurrir que con las últimas tandas tengas que bajar la temperatura del fuego para evitar que las hojuelas se quemen.
A medida que las vayas friendo ve sacándolas del aceite con una espumadera y colocándolas sobre un trozo de papel de cocina para que absorba el exceso de aceite. Luego llena un plato con azúcar blanco y reboza las hojuelas antes de colocarlas sobre la fuente o bandeja en la que vayas a servirlas. Ya has podido comprobar que hacer hojuelas es muy sencillo y te aseguramos que el resultado es de lo más delicioso. A la hora de servirlas, este dulce es perfecto para disfrutar como postre o en la merienda acompañadas de una buena taza de café o de té. A la hora de elaborar la masa también hay personas que le echan un poco de ralladura de limón y naranja para darle un toque más cítrico, ingredientes opciones que dependen del gusto personal de cada uno. Eso sí, si eres de esas personas a las que les encanta el dulce, te recomendamos que eches un poco de miel sobre ellas haciendo gala del dicho 'Miel sobre hojuelas'.