Receta completa
Cuando llega el verano, uno de los platos que nunca falta en las casas de la mayoría de españoles, es el gazpacho andaluz, un aliado perfecto para los días más calurosos. Aparte de lo bueno y saludable que es, este tradicional plato es rápido y fácil de realizar, razón de más para que sea una opción perfecta en la época estival.
Como ocurre con muchos platos tradicionales, existen diferentes recetas según los gustos, la zona y la familia. Cada uno tiene sus trucos para realizarlo, pero al fin y al cabo los ingredientes básicos se mantienen. La práctica es la clave, por tanto, lo mejor es ir probando y dar con la receta que más se adapte al gusto de cada uno y, por supuesto, no te cortes y experimenta añadiéndole otros ingredientes, como por ejemplo, manzana.
Elaboración del gazpacho
Primero de todo, corta el pan en trozos (si es del día anterior, mejor). La cantidad de pan puede variar según cómo te guste el gazpacho, si más o menos espeso, así que puedes utilizar en un primer momento una rebanada grande y una vez tritures todo, añadir más según la textura que quieras obtener. Por supuesto, si te gusta que el gazpacho quede líquido, puedes optar por no añadirle pan como hacen muchas personas y así quedará más ligero.
Una vez tengamos el pan troceado, introdúcelo en el recipiente donde vayas a preparar tu gazpacho. Puedes utilizar lo que prefieras, ya sea una olla, en el caso de que lo vayas a preparar con una batidora de mano, la Thermomix o el vaso de la batidora.
A continuación, lava muy bien todas las verduras: el pepino, los tomates y el pimiento. Deja escurrir, quita el pedúnculo a los tomates y trocéalos (también puedes pelarlos, si quieres). Una vez tengamos el kilo de tomates en trocitos, ponlo en el recipiente junto al pan. La ventaja de poner el pan al principio, permite que el jugo del tomate lo vaya empapando y éste se humedezca mientras preparamos el resto de ingredientes. Sin embargo, hay algunas personas que prefieren humedecer el pan con un poco de agua y luego ya añadirlo a la mezcla.
Seguimos con el resto de verduras. Pela el pepino, quítale al pimiento el rabillo y las semillas y corta ambos ingredientes en varios trozos. En el caso de que no te guste que predomine mucho el sabor a pepino, puedes utilizar la mitad de este. Repetimos, depende del gusto y preferencias de cada persona.
Ya listas todas las verduras, pela y añade el diente de ajo, la sal, 125 o 250 mililitros de agua, 50 mililitros de vinagre y 250 mililitros de aceite de oliva virgen extra. Al igual que ocurre con el pan, el agua que añadamos a la mezcla dependerá de cómo quieras de líquido el gazpacho, si te gusta con una textura más cremosa, puedes ponerle menos agua.
Una vez tengas todo en el recipiente, toca triturar todo. De esta manera, deja funcionar varios minutos la batidora hasta que no quede ningún trozo de verdura, lo que dependerá de la potencia de la herramienta que utilices.
Cuando esté todo triturado, pruébalo y, si no te convence, puedes adaptar tu gazpacho y volver a triturar. Por ejemplo, añadir más ajo, vinagre o sal. Siempre es mejor quedarse corto de algún ingrediente y rectificar al gusto que pasarse. He ahí la ventaja y facilidad de la preparación del gazpacho, que al tenerlo todo mezclado en la batidora, puedes crear tu gazpacho perfecto.
Una vez listo, puedes pasarlo por un colador fino para que quede la textura mucho más fina, sin semillas ni pieles. Pon la mezcla en un recipiente y bien tapada para que no pierda todas sus propiedades. Y ahora ya solo queda meterlo en la nevera para que se enfríe y disfrutes de un buen gazpacho casero.
Consejos de preparación
Para disfrutar aún más de tu gazpacho, cuando emplates, añádele por encima unos picatostes y unos trocitos de pimiento, pepino y tomate, todo bien picadito.
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