Roscón de Reyes

De seguro que la Navidad es la época favorita del año para muchas personas. Las reuniones con los seres queridos, los regalos, las luces de la ciudad, ... Son muchos los factores que favorecen que todo el mundo sea más feliz durante la Pascua, pero sin duda hay otro sin el que estas fiestas no tendrían cabida: la comida. Las cenas de Nochebuena y Nochevieja son esperadas por la familia por la infinidad de manjares que se preparan, pero hay una receta navideña que se postula como el mayor capricho de los más golosos.

Como no podía ser de otra forma, se trata del roscón de reyes, un suculento postre que se come la noche del 5 de enero en varios países como tradición. No se sabe si será por su sabor dulce e intenso, o porque se acompaña con chocolate o nata, o por las sorpresas que se guardan en su interior, pero este bizcocho en forma de donut gigante se ha convertido en la perdición de muchos fanáticos de la Navidad.

El roscón de reyes se come la noche del 5 de enero

Las pastelerías trabajan a destajo los días previos a esta celebración para colmar las mesas de los salones de roscones de reyes, pero son muchas las familias las que prefieren preparar su propio postre para darle un toque único. Elaborar esta receta es mucho más fácil de lo que parece y no te llevará más de tres cuartos hora, así que no esperes más para ponerte 'manos a la masa' y cocinar tu propio roscón de reyes.

Elaboración

Comienza mezclando un poco de leche con unas cuantas cucharadas de harina. Muévelo bien mientras vas añadiendo la levadura, y continúa batiendo hasta que la masa quede bien homogénea. Llegados a este punto, tápala con un recipiente grande y déjala reposar durante unos 20 minutos para que fermente. Pasado este tiempo, derrite la mantequilla en el microondas y viértela en otro bol junto con el resto de ingredientes, incluyendo la masa madre. Ayúdate de un rallador para incluir también un poco de corteza de limón. Después, remuévelo con energía hasta que todos los componentes se queden bien integrados.

Utiliza una superficie plana y enharinada para dar a la masa forma de bola, y después tápala en un recipiente para dejarla reposar otro par de horas. Transcurrido este tiempo, durante el cual la mezcla debería haber doblado su tamaño, vuelve a amasar con las manos para ir dándole forma de roscón. Evidentemente, debes quitar un poco de masa del centro para hacer el agujero que caracteriza a este postre, pero debes tener en cuenta que después de hornearlo se verá más pequeño, así que no te cortes a la hora de hacer un hueco bastante grande. De nuevo, deberás dejar reposar el roscón durante otra hora, en un lugar cálido.

Puedes decorar el roscón con almendras o fruta confitada

Cuando haya pasado el tiempo necesario, has de batir un huevo para colorear el roscón con la ayuda de un pincel de cocina. Así, ha llegado el momento de decorar este postre y tú decides si quieres hacerlo con fruta escarchada, almendras, nueces o cualquier otro ingrediente que consideres que le pueda ir bien. Del mismo modo, si quieres incluir algún regalo, debes taparlo bien con la masa y asegurarte de que ninguno de sus materiales puede fundirse o romperse en el horno, ¡no queremos sustos en Navidad!

Por último, mete el roscón de reyes al horno precalentado a 180 grados y deja que se cocine durante unos 20 minutos. Lo cierto es que el tiempo de cocción puede variar en función del tamaño del postre, así que puedes fiarte de tu propio ojo y sacarlo cuando lo veas lo suficientemente dorado. Una vez fuera del horno, debes dejarlo enfriar para servirlo tan cual o cortarlo por la mitad para rellenarlo de nata montada, chocolate, merengue o crema, ¡tú decides!

• Sirve tu roscón de reyes con una taza de chocolate caliente para que esté más sabroso todavía.
• Con estas medidas, debería darte para un roscón bien grande o para dos pequeños, pudiendo así hacer dos de diferente relleno.