Receta completa
La panna cotta es u dulce muy fácil de preparar, pero también muy versátil. Podrás cambiar su color y sabor con muy pocos ingredientes, como por ejemplo con unas cucharadas de café soluble o de cacao en polvo, si bien es cierto, en este caso nos interesa mantener su color blanco para decorarlo con una temática especial para Halloween, haciendo una especie de ojo.
Elaboración
Lo primero que tienes que hacer es empezar a hervir la nata con el azúcar, la canela, el limón o la vainilla, dependiendo del sabor que prefieras. Cuando rompa la ebullición debes apartarlo del fuego. Poco después debes calentar la leche en el microondas y disolver la gelatina en la leche caliente. Añade la nata cuando esté todavía caliente y mezcla todos los ingredientes bien.
Es hora de incorporar la gelatina, así que hidrata las hojas en agua fría durante al menos diez minutos, y después las diluyes muy bien en leche caliente que posteriormente añadirás a la nata. Cuela muy bien la mezcla e integra bien. Podrás usar una batidora para mezclar todo. Coloca en un molde grande o en varios pequeños e individuales que sean redondos y deja enfriar mínimo durante tres horas en la nevera. Una vez esté cuajada, desmolda en un plato y decora para Halloween. Para hacer el ojo puedes usar unas rodajas de kiwi y unos arándanos. También puedes añadir mermelada de fresa o frambuesa para simular sangre.