Receta completa
En estos calurosos días de verano hay ocasiones en las que apetece más una refrescante bebida que cualquier plato de comida, por muy delicioso que esté. Es el caso del exquisito cóctel que aprenderás a elaborar hoy, un sencillo combinado de vermú más tónica que recibe el nombre de Martonic.
El martonic se presenta en dos versiones diferentes que dependerán de los gustos de cada persona, la versión blanca y la roja, ambas aromatizadas con diferentes cítricos: el limón para el martonic blanco y la naranja para el martonic rojo. Lo que los hace diferentes es además el tipo de vermú que se utiliza para cada uno, el blanco y el rojo.
Para quienes no lo conozcan, el vermú es un vino blanco aromatizado cuyo origen data del siglo V a.C. El médico y filósofo Hipócrates puso a macerar en vino hojas de díctamo y flores de ajenjo, y fue así como nació el conocido vermú. Aunque desde entonces hasta hoy han surgido muchas versiones de vermú, existen dos que son las más conocidas y que ya se han mencionado en esta receta: el vermú rojo y el vermú blanco.
El vermú rojo es de origen italiano y se caracteriza por su sabor más dulce. Se macera con hierbas, flores, raíces, especias y frutas, lo que de la el toque dulzón. Por otro lado, el vermú blanco es de procedencia francesa y tiene un aroma más seco y amargo, además de una mayor graduación alcohólica.
La tónica presenta muchos beneficios en nuestra salud que la mayoría de las personas desconoce. Tiene propiedades tónicas en el sistema digestivo y nervioso, por eso su nombre; es antimalaria y también analgésica, es decir, que calma el dolor. Sin embargo, no hay que abusar de ella ya que puede llegar a ser tóxica si se consume en grandes cantidades, sobre todo si la combinamos con alcohol.
Por último, no olvides servir tanto el vermú que elijas como la tónica bien fríos. Si no tienes clara qué versión del martonic vas a elaborar, lo mejor es que prepares dos para que puedas degustar ambas bebidas y decidirte por tu favorita.
Elaboración
En una copa pon la mitad de vermú (blanco o rojo) y la mitad de tónica. Según la versión que elijas, corta unas rodajas de naranja o limón y coloca una de ellas enganchada en el borde de la copa. Por último, puedes cortar unos trocitos de cáscara de los cítricos y añadirlos a la copa para potenciar el sabor. Sirve bien frío y disfruta de este delicioso cóctel.