Receta completa
Los helados son probablemente el complemento estrella del verano. Los hay de muchos tipos: por un lado, los típicos helados cremosos de vainilla, chocolate o avellanas. Ahora bien, si lo que buscas es refrescarte, los polos pueden ser tu mejor aliado. Y es que además de aportar mayor frescor, son más saludables puesto que cuentan con un porcentaje más elevado de fruta y p,or lo tanto, menos de azúcar puesto que con el dulzor que aporta, en este caso el kiwi, es prácticamente suficiente.
Además, y en el caso del kiwi, son muchos los beneficios que tiene. El más destacado es su alto porcentaje de Vitamina C, la cual es esencial para prevenir los resfriados. Por otro lado, puede ser un buen aliado en el caso de que quieras perder peso por su elevado índice de agua y porque consumir uno tan solo te aporta 40 calorias.
De manera que sácale el máximo rendimiento a comer kiwis con esta refrescante receta.
Elaboración
Lo primero que debes hacer es seleccionar los kiwis más maduros que tengas para aprovechar el máximo dulzor de la fruta. Si hay algunos que no te comerías directamente por estarlo demasiado, no los tires y aprovéchalos para esta receta.
Una vez que los tienes elegidos, pela los kiwis enteros o bien pártelos por la mitad y les vas sacando la piel como más cómodo te resulte. Una vez pelados extrae la pulpa con una cuchara y échala en el vaso de la batidora. Después, añade en el mismo vaso la taza y media de zumo de piña (que bien puedes hacer tú mismo o compralo envasado)
Cuando tengas ambos ingredientes no los batas demasiado fuerte, ya que de lo contrario, las pepitas de la fruta se romperían y esto le daría un sabor amargo a nuestro polo.
Una vez que esté todo bien mezclado, añade el azúcar. La cantidad es orientativa depende de si te gusta más o menos dulce, ya que si el zumo de piña y el kiwi son muy dulces quizás no haga falta añadir este aporte extra de dulce. Después remueve bien hasta que todo esté perfectamente mezclado.
Luego rellena los moldes para los polos que tengas y mételos al congelador por un mínimo de 5 o 7 horas, aunque lo ideal es que si puedes los dejes listos la noche anterior.
Consejos de preparación
- En el caso de que compres el zumo de piña elige uno que no tenga demasiado azúcar porque con el de la fruta y el que luego eches será suficiente.
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