A los españoles se nos reconoce porque utilizamos el pan y su masa para cualquier cosa: desde tapas hasta sopas o picatostes. Nuestras recetas no se entenderían sin un chusco de pan en una mano y el cubierto en la otra. Pero hay otros muchos países que comparten esta costumbre, como en escocia donde preparan un pan de avena exquisito, perfecto para acompañar a las comidas ligeras o hacerse unas tostadas para el desayuno untadas de crema de queso o mermelada casera.
Para elaborar esta deliciosa receta es necesaria mucha calma y paciencia
Elaboración de la receta
Para elaborar esta deliciosa receta es necesaria mucha calma y paciencia, ya que la fermentación y el reposo para la masa es lo que más tarda en terminar de realizarse. El resto de pasos solo requerirán de un poco de maña con las manos para amasar como toca.
Para empezar, necesitaremos distintos recipientes para elaborar las diversas fases a lo largo de la receta para el pan de avena. En uno de los boles seleccionados introducimos los 100 gramos de harina de avena junto con los 300 mililitros de leche. Lo removemos bien y dejamos que repose durante 4 horas. Este es el proceso que más dura, por lo que hay que cogerlo con tiempo para luego poder seguir con el proceso, ya que no podremos continuar con la receta hasta pasadas las horas de reposo.
En un recipiente aparte, mezclamos los 250 gramos de harina de trigo integral junto con la pizca de sal, la cucharadita de azúcar y los 20 gramos de levadura fresca. Hacemos una pasta hasta que veamos que todos los ingredientes están bien removidos y de manera homogénea. Lo apartamos por el momento para poder seguir, aunque dejaremos este recipiente a mano para utilizarlos cinco minutos después.
A continuación, en un cazo pequeño calentamos los cinco gramos de miel natural -lo equivalente a una cucharadita de café- y los 50 gramos de mantequilla sin sal, ya que transformaría el sabor y quedaría más salado de lo normal -si se quiere utilizar mantequilla con sal, lo mejor sería prescindir de la pizca de sal incluida en la lista de ingredientes-. Lo removemos durante unos minutos a fuego medio hasta que se forme una pasta líquida, pero sin dejar que hierva.
Una vez esté la miel y la mantequilla listas, hacemos un hueco en medio del bol donde teníamos la pasta formada de sal, azúcar, levadura y harina integral y le añadimos en ese orificio los dos ingredientes anteriores más el harina de avena con la leche en reposo del principio. Todo ello lo mezclamos bien con las manos hasta que consigamos una textura más compacta y que todos los ingredientes estén bien removidos.
Luego cogeremos la masa resultante y la amasaremos sobre una superficie lisa previamente preparada. Sobre el banco de la cocina limpio, por ejemplo, y espolvoreando un poco de harina para que no se nos pegue, amasamos la pasta para el pan de avena. De esta manera conseguiremos que su textura se vuelve más fina y elástica para luego darle forma, parecida a una masa de pizza. La mejor manera de hacerlo es estirando con un rodillo y encogiéndola de nuevo, para luego repetir el proceso unas cuantas veces más.
Después de amasar bien la masa le damos una forma redondeada, como de pelota, y la introducimos en un bol cubierto con una paño o tela. Dejaremos que se hinche y repose tranquilamente durante unos 30 o 40 minutos, dependiendo de cómo la hayamos amasado y del tipo de levadura utilizada.
Cuando veamos que la masa ha crecido en volumen, extraemos el resultado y amasamos un poco con las manos, para evitar que se quede el aire retenido en el interior de la pasta que ha cogido mientras esta estaba en reposo. Lo colocaremos sobre una bandeja de horno y rociaremos un poco de agua sobre el pan de avena, espolvoreamos unos copos de avena sobre la superficie para darle luego más sabor y dejamos reposar una hora aproximadamente.
Después de amasar bien la masa le damos una forma redondeada
Precalentamos el horno a unos 220 grados e introducimos el pan de avena en el horno a esta misma temperatura durante 10 minutos. Luego bajaremos a 180 grados y dejaremos que se haga una media hora más. Una vez esté bien tostado por fuera y tierno por dentro, apagaremos el horno y dejaremos que se enfríe la masa resultante con la puerta del electrodoméstico abierta, así respirará y no se pondrá duro con el aire. Mejor todavía si dejamos el pan de avena sobre una bandeja de rejilla.
Consejos de preparación
Durante el proceso de preparación, al pan de avena apodemos añadirle una serie de especias en la masa madre o frutos secos al gusto pero sin sal. De esta manera, cada pieza será distinta a la anterior y podremos ir probando nuevas sugerencias foodies.
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