Receta paso a paso
- Comienza tostando la harina de trigo repartiéndola en una bandeja de horno cubierta con papel vegetal o papel de hornear.
- Calienta el horno a 150ºC y mete la harina durante 40 minutos. Remueve cada poco tiempo con una cuchara y sácala cuando tenga un tono amarillento. Reserva mientras se enfría.
- Tuesta las avellanas naturales vertiendo los 250 gramos en la bandeja del horno en la que habías tostado la harina y mételas durante 20 minutos a 120ºC. Luego déjalas enfriar y pela con los dedos.
- Prepara el azúcar glass poniendo los 250 gramos de azúcar en una picadora y triturando hasta que se haya pulverizado por completo. Reserva 50 gramos y vierte el resto en un recipiente amplio.
- Tritura también las avellanas ya tostadas hasta que comiencen a soltar aceite y luego júntalas con el azúcar glass.
- Agrega al recipiente los 400 gramos de harina de trigo tostada, los 100 gramos de manteca de cerdo y canela molida al gusto.
- Amasa con las manos hasta que todos los ingredientes se hayan ligado y tengas una masa homogénea.
- Extiende la masa sobre una encimera con la ayuda de un rodillo de cocina hasta que tenga unos centímetros de grosor. A continuación, corta los mantecados con un cortapastas o cualquier objeto redondo que puedas utilizar como molde.
- Pon los mantecados ya cortados en una bandeja de horno cubierta con papel y espolvorea por encima algunas semillas de sésamo.
- Calienta el horno a 190ºC y hornea los mantecados durante 30 minutos hasta que veas que empiezan a adquirir un tono dorado.
- Al sacarlos deja que se enfríen en la bandeja del horno y luego espolvorea un poco de azúcar glass por encima antes de servirlos.
Receta completa
Los mantecados, al igual que los polvorones, mazapanes o turrones, suelen preparase para celebrar la Navidad. Sin embargo, se trata de un dulce tan rico que seguro que no puedes resistirte a prepararlo en cualquier momento del año. El origen del mantecado está en España y, como su propio nombre indica, para su elaboración se utiliza un poco de manteca de cerdo. Este delicioso dulce se dice que nació en el siglo XVI en Andalucía -se cree que en Estepa o en Antequera- a consecuencia de una abundante cosecha de cereales. Actualmente ya se han extendido por todo el territorio nacional y se pueden encontrar muchas variables de la receta tradicional que incorporan otros ingredientes como la canela, la almendra, la avellana, el chocolate o el limón. Si quieres aprender a preparar tus propios mantecados de avellana en casa y sorprender a tus familiares y amigos aquí tienes la receta perfecta con la que todos acabarán chupándose los dedos.
Elaboración
Para comenzar a cocinar estos deliciosos mantecados de avellanas el primer paso será tostar la harina de trigo. La diferencia entre usar harina normal -es decir, cruda- y harina tostada, es que ésta última es mucho más digestiva. Para tostarla reparte los 400 gramos de harina de trigo en una bandeja de horno previamente forrada con un poco de papel vegetal o papel de hornear y pon a calentar el horno a 150ºC. Cuando éste haya adquirido la temperatura indicada, mete la bandeja con la harina durante 40 minutos y remueve de vez en cuando con una cuchara. Cuando la saques, la harina debe tener un tono amarillento y deberás dejar que se enfríe totalmente antes de continuar con la receta.