Receta completa
El sorbete es un postre muy parecido al helado pero con la principal diferencia de no contener ingredientes grasos ni yema de huevo. Por este motivo, el sorbete es mucho menos cremoso que el helado así como menos firme y menos líquido. Al no tener un alto índice de grasa, son muchos los que a la hora de elegir se deciden por un sorbete, ya que además de resultar delicioso contribuye a no ganar unos kilos de más.
Y explicado a grandes rasgos lo que es un sorbete, hoy aprenderás a preparar un delicioso sorbete de fresa. Esta fruta no falla y es una de las preferidas entre los adultos y los más pequeños por su sabor único. Es además una de las más utilizadas a la hora de preparar batidos, helados y, en este caso, sorbetes.
El sorbete de fresa es perfecto para los días más calurosos de verano, ya sea como postre, merienda o aperitivo. Al ser mucho más ligero que un helado pero igual de sabroso, puedes consumirlo más asiduamente sin sentirte mal por ello. Podrás prepararlo para un cumpleaños, una fiesta infantil o incluirlo en un menú familiar, le encantará a todo el mundo.
El ingrediente estrella de este sorbete, que es la fresa, es una fruta compuesta principalmente por hidratos de carbono y agua. Es muy poco calórica lo cual contribuye aún más a que esta receta sea perfecta para personas que sigan una dieta baja en calorías o que quieran perder peso. La fresa es también una gran fuente de vitaminas del grupo B y de vitamina C y, además, ayudan a disminuir el nivel de colesterol en la sangre. Por otro lado, algunos estudios han indicado que esta fruta mejora la salud ocular y que, gracias a su alto contenido en potasio y magnesio, contribuyen a mejorar también la salud de tus huesos.
Elaboración
En primer lugar, lava las fresas que vas a utilizar en tu sorbete, córtales el tallo y colócalas en una olla con agua. Coloca la olla en un fuego y deja que hiervan las fresas durante aproximadamente cinco minutos. Pasado este tiempo, retira las fresas del agua con cuidado de no quemarte y disponlas sobre papel de cocina o una servilleta que absorba el exceso de agua. Introdúcelas en el vaso de tu batidora y tritúralas hasta conseguir una masa homogénea. Para acabar, utiliza un colador para deshacerte de todas las pepitas de la fruta.
El siguiente paso consiste en preparar el almíbar. En una olla, coloca el azúcar y medio litro de agua y caliéntalo a temperatura media durante unos diez minutos hasta conseguir que el azúcar se disuelva. Mientras se calienta y sin dejar de remover, añade el zumo de limón a la mezcla.
Cuando pase el tiempo indicado, añade a la mezcla las fresas que has triturado en la batidora para que se integren todos los ingredientes. Remuévelo bien y cuando consideres que está todo bien integrado, vierte la mezcla sobre una bandeja de cristal. Introdúcelo en el congelador durante unas horas hasta que se congele, debiendo de revisarlo cada hora para romper los cristales de hielo que se vayan formando, así hasta el momento de servir.
Para servir puedes repartirlo en unas copas de cristal y colocar en el borde de las mismas una rodaja de fresa a modo de presentación y unas hojas de menta. Otra opción es servirlo en unas tulipas de galleta con una fresa entera a un lado de la superficie y unas hojas también de menta o de hierbabuena. Consúmalo nada más servir para que no se derrita y pierda textura y disfruta de este delicioso sorbete de fresa.